Lefties Soul Connection feat. Michelle David

Lugar LeClub Directo (A Coruña) Fecha 16 de mayo de 2012 Género Soul/Funk Aforo Medio Promotor Argonauta Booking/ CLUB 1906

Sergio Vieites

Esto es fácil decirlo, es fácil jugar con la palabra que identifica al género musical conocido como soul, pero la música necesita alma, corazón, núcleo, fuerza interior. Precisamente el soul y el funk carecen de sentido sin el estímulo vital que proviene de la raíz espiritual y cultural de aquellos que por ser de piel más oscura fueron esclavizados y llevados de África a América.
El revival propiciado por el éxito de Amy Winehouse o Eli “Paper” Boy Reed atrae a nuevo público hacía la música negra. Pero los cantantes blancos mencionados parecen, o parecían, carecer de ese alma en mi opinión.
Ahora es el momento de decir que Michelle David la noche que actuó en LeClub interpretó la mejor versión posible de la expresividad y el sentimiento que los mejores del género nos han legado. No exagero si digo que cuando cantó “Baby Come Back” el escalofrío recorrió nuestros cuerpos ante su requerimiento, que fuimos arrollados por la pequeña Michelle y los Lefties Soul Connection en “Shake It Up, Burn It Loose” (batiendo palmas y descubriendo un registro vocal de rango impresionante) y que fuimos suyos definitivamente con “U Got Me”.
Los Lefties Soul Connection vinieron de Holanda, en única fecha en Galicia, para mostrar una calidad instrumental y una fama ganada a base de extensos bolos por toda Europa desde el 2002. Liderados por Alviz a las teclas arroparon a su cantante invitada, que junto a ellos protagoniza su disco “One Punch Pete”, con soltura apiñados en el escenario del club de A Coruña que celebraba su tercer aniversario.
La noche que se iba Donna Summer unos pálidos holandeses tocaban el “Organ Donor” de Dj Shadow, que a su vez se basaba en el “Tears” del que fuera el productor que más grandes éxitos propició a la fallecida: Giorgio Moroder. Carambolas del destino y celebración de la resurrección y de la creación a través de la música.
La fiesta siguió con el vibe bien alto con los Dj´s coruñeses de Republica Disco Apocalipso y su bailonga sesión.
Permítanme que vuelva a Miss Michelle, me enamoré esa noche con su voz y su vitalidad.
Desde el inicio magnetizó a la sala manejándola a su antojo, alargando brazos y pestañas a un público rendido a sus encantos. Tengo que ir a la hemeroteca para encontrar a sus semejantes, a Etta James, a Al Green, a Nina Simone. Me estoy dejando llevar, lo sé. Pero quién estuvo allí sabe de lo que hablo.

Fasenuova+Lendrone+Koroiev

Sala Garufa Fecha 11-05-12 Género Industrial/Rock Experimental/Electrónica Aforo Lleno Promotor Work On Sunday

FASENUOVA Foto J. Abelairas

El Garufa estaba de aniversario por unos veinte años en los que se han celebrado conciertos de lo más diverso. Pero el cartel de esta noche se me antoja de lo más extremo que han albergado. Su conocida consagración al tango y a las veladas de rock and roll hacían que muchos nos preguntáramos como encajaría en su escenario la cruda, industrial y punk música de Fasenuova.
La velada comenzó con la propuesta difícil de clasificar de Koroiev. Se encuentra en su música una electrónica que remite al synthpop sinfónico pero con la épica de un Vangelis lo-fi. El solo fue añadiendo capas instrumentales para formar los dos largos temas de corte fantástico, en su temática, que fueron recibiendo al público que empezaba a llenar la sala de la Rúa de San Francisco.
A continuación, también de A Coruña, el trío Lendrone subió a desarrollar su rock experimental. Hay que decir que últimamente no para de tocar esta joven formación siendo muy fácil encontrárselos en cualquier sala. Congregaron a un nutrido grupo de fans conocedores de sus derivas hacía el rock esperimental, el math core o la progresiva más kraut. Se podría mencionar a Battles también. Prometen, y mucho.
La expectación era máxima y el ambiente caldeado, debido a la temperatura que se disfrutaba en el exterior y al numeroso público que se agolpaba en el foso del Garufa. Así que cuando se subieron Roberto Lobo y Ernesto Avelino ya la liaron parda. La visceralidad punkarra en la voz de Avelino y el obcecado maltrato al aparataje vintage que manipulaban provocó algún pogo y mucho sudor en el impactado público. A pesar de que “A la Quinta Hoguera” los muestre en algún momento relajados e hipnóticos, en la noche de autos la brutalidad extrema y la crudeza industrial removieron las tripas a más de uno. Bpms a velocidades absurdas junto a percusiones de fragua de herrero y alaridos espasmódicos mostraron lo primitivo de su propuesta. Sus referencias y puesta en escena recuerdan a Suicide y el baile de San Vito a DAF. Agotaron y se agotaron en un concierto corto en el que dejaron las máquinas humeando. Una maquinaria que parecía alimentada por el fuego del carbón de las Cuenques Mineres y, cómo apuntó un buen amigo, por ingestas masivas de Afuega’l pitu.