Lugar Auditorio ExpoCoruña, A Coruña Fecha 22/10/2011 Organizador/Promotor Galicia Importa/Sweet Nocturna Aforo Lleno

Moncho Fuentes
El ciclo Galicia Importa trajo a la ciudad herculina a Bonnie “Prince” Billy dentro de unas importaciones con la intención de “acercar a artistas internacionales de referencia al público gallego”. Bienvenido sea por tanto el músico nacido en Louisville, Kentucky, como Will Oldham, bienhallada la música de este artista rebautizado como Bonnie “Prince” Billy.
Antes de la entrada en escena del pelirrojo tocó El Hijo, es decir, Abel Hernández acompañado a la guitarra eléctrica por Javier Monserrat, mientras el público se acomodaba en las sillas del auditorio de ExpoCoruña.
The Cairo Gang, la banda que acompaña a Bonnie “Prince” Billy, subió al escenario para tocar un tema instrumental a modo de introducción del country bluegrassy que dio el tono del concierto.
Sonaron los primeros aplausos con la aparición del Príncipe, quien salió de bambalinas sonriente y sin su característica barba de homeless, enfundado en un traje que le daba un aspecto de crooner. Muy pronto mostró su poderío atacando “Love comes to me” del deslumbrante The letting go. Con “New Partner” volvió a su pasado álter ego como Palace Music. Entró en calor con “After I Made Love To You” desabrochándose la chaqueta hasta abrazarse con ella a modo de camisa de fuerza. Con sus expresivas manos lanzadas al aire y con sus miradas devastadoras interpretó cada canción como si estuviera poseído por una emoción verdadera meciéndonos y elevándonos con su voz.
Llegó el momento de “I See a Darkness” y pasamos a fundido en negro con esa oscura pulsión que late tras el folk del “solipsista de los Apalaches”. Antes de irnos a los bises se animó el cotarro hillbilly con “Easy Does It”, tema que abría su Lie Down in the Light y que nos dejó con buena música terrenal sonando en nuestras cabezas. En los bises la banda tocó, a modo de interludio, el mismo tema de entrada, para que Will Oldham saliera de escena brevemente. Volvió para tocar “Quail and Dumplings” de su último disco Wolfroy Goes to Town, cuya interpretación recordó a una Carter Family en versión apocalíptica.

Moncho Fuentes
Tanta contención emocional lacera y precisa de señales que confirmen la existencia de uno en este mundo. Algo se presagiaba en el cielo y esa noche comenzó el temporal para que la lluvia cayera como una bendición.
Señales que indican aquello que es importante en la vida, de ocasiones únicas, de avisos preventivos, del fin de la actividad armada, de dictadores ajusticiados en youtube, de cielos temblorosos y tierra esperando la lluvia.